Enfermedades vasculares periféricas

Enfermedades vasculares periféricas

En el Centro Montefiore Einstein de Atención Cardiaca y Vascular, puede acceder a una atención excepcional para tratar las enfermedades vasculares periféricas. Como líder mundial en medicina y cirugía cardiovascular, somos un centro académico de referencia nacional e internacional para casos complejos y de alto riesgo. Durante más de un siglo, hemos estado a la vanguardia en el tratamiento de las enfermedades cardiacas.

Según U.S. News & World Report, Montefiore Einstein se encuentra entre el uno por ciento de los mejores hospitales del país en cardiología, cirugía cardíaca y vascular. Nuestros especialistas se apasionan por descubrir los últimos enfoques de diagnóstico y tratamientos que pueden mejorar los resultados. Con el respaldo de un equipo multidisciplinario de especialistas, Montefiore Einstein continúa logrando avances en el tratamiento de enfermedades cardíacas. En los últimos años, hemos ampliado nuestros programas en imagenes cardiacas avanzadas, insuficiencia cardiaca y medicina cardiovascular intervencionista y hemos reunido un equipo de cirugía cardiotorácica de renombre mundial.

Cuando nos confía sus cuidados, puede esperar planes de tratamiento compasivos y personalizados que cumplen con los más altos estándares de calidad y seguridad. Además, ofrecemos a los pacientes una amplia variedad de servicios de apoyo, desde orientación nutricional hasta terapias de rehabilitación.

Cuando necesite atención para una enfermedad vascular periférica, acuda a nuestros proveedores dedicados que desarrollarán un plan de tratamiento sumamente personalizado y específico para usted.

Como parte de un sistema de salud académico, el Centro Montefiore Einstein de Atención Cardiaca y Vascular apoya la misión y las directrices del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. (HHS, por sus siglas en inglés). La siguiente información ha sido facilitada por el HHS.

¿Qué es la enfermedad de las arterias periféricas?

La enfermedad de las arterias periféricas (EAP) es una enfermedad en la que se acumula placa en las arterias que transportan sangre a la cabeza, los órganos y las extremidades. La placa está formada por grasa, colesterol, calcio, tejido fibroso y otras sustancias de la sangre.

Cuando la placa se acumula en las arterias del cuerpo, la afección se denomina aterosclerosis. Con el tiempo, la placa puede endurecerse y estrechar las arterias. Esto limita el flujo de sangre rica en oxígeno a los órganos y otras partes del cuerpo.

La EAP generalmente afecta las arterias de las piernas, pero también puede afectar las arterias que transportan sangre desde el corazón a la cabeza, los brazos, los riñones y el estómago. Este artículo se centra en la EAP que afecta el flujo sanguíneo a las piernas.

Arteria normal y arteria con acumulación de placa

La ilustración muestra cómo la EAP puede afectar las arterias de las piernas. La figura A muestra una arteria normal con flujo sanguíneo normal. La imagen a la izquierda inferior muestra una sección transversal de la arteria normal. La figura B muestra una arteria con acumulación de placa que bloquea parcialmente el flujo sanguíneo. La imagen a la derecha inferior muestra una sección transversal de la arteria estrechada.

Descripción general

Un flujo sanguíneo que se encuentra bloqueado hacia las piernas puede causar dolor y entumecimiento. También puede aumentar el riesgo de contraer una infección en las extremidades afectadas. Es posible que su cuerpo tenga dificultades para combatir la infección.

Si es lo suficientemente grave, la obstrucción del flujo sanguíneo puede provocar gangrena (muerte del tejido). En casos muy graves, esto puede llevar a la amputación de una pierna.

Si tiene dolor en las piernas al caminar o subir escaleras, hable con su doctor. A veces, las personas mayores piensan que el dolor en las piernas es sólo un síntoma del envejecimiento. Sin embargo, la causa del dolor podría ser la EAP. Informe a su doctor si siente dolor en las piernas y analice si debe hacerse una prueba para detectar la EAP.

El tabaquismo es el principal factor de riesgo de la EAP. Si fuma o tiene antecedentes de tabaquismo, su riesgo de padecer EAP es más alto. Otros factores, como la edad y padecer determinadas enfermedades o afecciones, también aumentan el riesgo de padecerla.

Pronóstico

La EAP aumenta el riesgo de cardiopatía isquémica, ataque al corazón, accidente cerebrovascular y ataque isquémico transitorio ("miniaccidente cerebrovascular"). Aunque la EAP es grave, es tratable. Si tiene la enfermedad, consulte a su doctor regularmente y trate la aterosclerosis subyacente. El tratamiento de la EAP puede retrasar o detener el progreso de la enfermedad y reducir el riesgo de complicaciones. Los tratamientos incluyen cambios en el estilo de vida, medicamentos y cirugía o procedimientos. Los investigadores continúan explorando nuevas terapias para la EAP.

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Enfermedad de las arterias periféricas: causas

La aterosclerosis es la principal causa de la EAP.

La acumulación de placa en las arterias se denomina aterosclerosis. La aterosclerosis es una enfermedad en la que una sustancia cerosa llamada placa se acumula en el revestimiento interno de las arterias. La placa está compuesta de grasa, colesterol, tejido fibroso y calcio. En la EAP, la placa puede reducir o bloquear por completo el flujo de sangre rica en oxígeno a través de las arterias hacia los órganos vitales del cuerpo y las extremidades.

Este tema de salud se centra en la EAP en las piernas y los pies, pero otros tipos de EAP bloquean el flujo sanguíneo al cerebro, los riñones o los intestinos. Una persona puede tener aterosclerosis en una sola arteria o en muchas.

Los científicos creen que la aterosclerosis puede comenzar con un daño en la pared interna de la arteria. El colesterol y los desechos celulares que viajan en la sangre pueden acumularse en la zona dañada. Este video muestra cómo la acumulación de colesterol y otros desechos puede provocar la acumulación de placa (aterosclerosis). La arteria se estrecha a medida que la placa crece, lo que reduce el flujo de sangre rica en oxígeno a las extremidades y los órganos. Con el tiempo, la placa puede romperse y fluir hacia el torrente sanguíneo. Esto puede provocar coágulos sanguíneos, que pueden bloquear el flujo sanguíneo. Si esto sucede, el tejido cercano no puede obtener suficiente oxígeno, lo cual puede conducir a su muerte. Animación médica, derechos de autor © 2020 Nucleus Medical Media Inc. Todos los derechos reservados

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Vivir con la enfermedad de las arterias periféricas

La EAP es una enfermedad que dura toda la vida. Una vez que le hayan diagnosticado EAP, deberá consultar periódicamente a un doctor especializado en enfermedades vasculares (de los vasos sanguíneos). Deberá tomar medidas para prevenir complicaciones. Conozca a continuación los signos de advertencia de una emergencia médica relacionada con la EAP.

Un equipo de profesionales de la salud puede ayudarlo a controlar la EAP y tratar cualquier complicación. Es posible que necesite consultar a especialistas en medicina vascular (de los vasos sanguíneos), cardiólogos para tratar enfermedades cardiacas, radiólogos para realizar pruebas de diagnóstico por imágenes, cirujanos vasculares para realizar procedimientos para mejorar el flujo sanguíneo, especialistas en enfermedades infecciosas para tratar infecciones, fisioterapeutas para guiar su programa de ejercicios, podólogos para ofrecerle atención podológica y nutricionistas para ayudarlo a planificar comidas saludables.

Manejo de la afección

Es importante recibir atención médica de rutina y tomar todos los medicamentos según lo prescrito por su doctor.

  • Hable con su doctor sobre la frecuencia con la que debe programar visitas al consultorio y análisis de sangre u otras pruebas.
  • Llame a su doctor entre visitas si comienza a tener dolor en las piernas que no desaparece después de unos minutos de descanso o si cualquier otro síntoma de la EAP empeora. Los cambios en los síntomas podrían ser un signo de complicaciones de la EAP.
  • Reciba las vacunas recomendadas, incluidas las vacunas contra el neumococo y la influenza, todos los años al comienzo de la temporada de gripe. Todas las personas que vivan con usted o a quienes vea con frecuencia también deben vacunarse con regularidad.

Realice un seguimiento periódico con su doctor para que compruebe sus factores de riesgo, controle los síntomas y le revise las piernas y los pies.

Cuídese los pies

Los problemas en los pies son una complicación común de la enfermedad de las arterias periféricas. Si le aparece una llaga en el pie, necesitará atención regular para ayudar a que la llaga sane y prevenir una infección.

Muchas personas que tienen EAP también padecen diabetes, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones que pueden llevar a una amputación, un tipo de cirugía para extirpar total o parcialmente un pie o una pierna. La diabetes también puede causar problemas nerviosos, lo que dificulta sentir si se ha lesionado los pies.

Puede reducir el riesgo de sufrir úlceras e infecciones en los pies si los cuida adecuadamente.

  • Utilice siempre calcetines y zapatos. Los calcetines no deben tener costuras. Use zapatos cómodos que le queden bien y protejan sus pies. Sus zapatos deben tener tacones bajos y suelas que absorban los impactos para reducir la presión en la planta del pie. También deben tener cierres para evitar rozaduras. Es posible que su doctor le recomiende que visite a un especialista que pueda modificar sus zapatos para reducir la posibilidad de tener llagas en los pies.
  • Revísese los pies todos los días para detectar lesiones o llagas. Si tiene EAP y diabetes, pida a su doctor que le examine los pies dos veces al año.
  • No camine descalzo. Esto ayudará a prevenir lesiones en los pies que pueden provocar úlceras e infecciones, que son más probables cuando uno sufre de mala circulación.
  • Siga las instrucciones de su doctor sobre el cuidado de las incisiones (aberturas) realizadas en la piel de las piernas o los pies durante una cirugía o un procedimiento para tratar la EAP. Consulte Tratamiento para evaluar las posibles opciones de tratamiento para la EAP.
  • Consulte a su doctor si tiene algún problema en los pies. No trate usted mismo los callos, las durezas, las uñas largas o encarnadas ni otros problemas de los pies para evitar lesiones que podrían provocar llagas o infecciones.

Enfermedad de las arterias periféricas en las mujeres

Ciertas condiciones durante el embarazo, como la preeclampsia (un trastorno de presión arterial alta) o la diabetes gestacional (niveles altos de azúcar en sangre durante el embarazo), pueden aumentar el riesgo de que una mujer desarrolle EAP más adelante en la vida.

La EAP afecta a mujeres y hombres de manera diferente. Los síntomas de la EAP en las mujeres pueden ser peores que en los hombres. En general, las mujeres con esta enfermedad no pueden caminar tan lejos ni tan rápido como los hombres que la padecen. También reportan una calidad de vida más baja que los hombres, tal vez porque les resulta más difícil caminar y participar en las actividades diarias. La depresión también es más común en mujeres que tienen EAP que en hombres con esta enfermedad.

Enfermedades relacionadas con la EAP

Las personas que padecen EAP tienen hábitos de estilo de vida y otros factores, como antecedentes familiares, que hacen que sea más probable que desarrollen otras enfermedades relacionadas con La aterosclerosis, incluidas las siguientes:

Si padece EAP y tiene síntomas, su doctor podría realizarle una ecografía para detectar si tiene Aneurisma aórtico abdominal .

Controle su presión arterial

Si tiene presión arterial alta, es importante que continúe con su plan de tratamiento. Además de su plan de tratamiento, es esencial que reciba atención de seguimiento regular y aprenda a controlar su afección en el hogar. Informe a su doctor si está planeando un embarazo. Estos pasos pueden ayudar a prevenir o retrasar las complicaciones que puede causar la presión arterial alta.

Su doctor puede ajustar su plan de tratamiento según sea necesario para reducir o controlar la presión arterial alta.

Siga su plan de atención de la diabetes

Si tiene diabetes, su doctor le recomendará hacer algunos cambios a su estilo de vida, como seguir un plan de alimentación especial, y podría recetarle medicamentos para controlar los niveles de azúcar en sangre. Controlar la diabetes con cuidado puede reducir el riesgo de complicaciones.

Esté alerta a las llagas en los pies o las piernas y llame a su doctor si ve signos de que una llaga se está infectando, como enrojecimiento, hinchazón, dolor o pus, o si tiene fiebre o escalofríos. Para tratar las llagas, su doctor puede recetarle antibióticos, limpiar las llagas, eliminar el tejido muerto a través de una cirugía y aplicar medicamentos y vendajes en el área.

Controle sus niveles de colesterol en sangre

Si tiene niveles de colesterol en sangre no saludables, es importante que continúe con el tratamiento. La atención de seguimiento depende de sus niveles de colesterol, su riesgo de complicaciones como un ataque al corazón o un derrame cerebral y su respuesta al tratamiento.

Cuide su salud mental

Convivir con la EAP puede causar miedo, ansiedad, depresión y estrés. Es posible que le preocupe tener problemas cardiacos o hacer cambios en el estilo de vida que sean necesarios para su salud. Algunas personas se deprimen debido a problemas para caminar y realizar actividades diarias. La EAP también puede generar inquietudes sobre el riesgo de amputación.

Si reduce sus niveles de estrés y aprende a afrontar la situación, podrá vivir más y mejorar su calidad de vida. Hable con su equipo de atención médica sobre cómo se siente. Es posible que su doctor le recomiende tomar algunas medidas como:

  • Únase a un grupo de apoyo al paciente. Esto puede ayudarlo a adaptarse a convivir con EAP. Puede descubrir cómo otras personas manejan síntomas similares. Es posible que su doctor le recomiende grupos de apoyo locales o puede consultar con un centro médico del área.
  • Busque apoyo de familiares y amigos. Contarles a sus seres queridos cómo se siente y qué pueden hacer para ayudarlo puede aliviar el estrés y la ansiedad.
  • Hable con un terapeuta. Si tiene depresión o ansiedad, su doctor también puede recomendarle medicamentos u otros tratamientos que pueden mejorar su calidad de vida.

Sepa cuándo pedir ayuda

La EAP aumenta el riesgo de sufrir problemas de salud graves. Si cree que tiene síntomas de la EAP, consulte con su doctor. En caso de tener alguna de las siguientes afecciones, llame al 9-1-1 de inmediato. Cada minuto cuenta.

Isquemia aguda de las extremidades

La isquemia aguda de las extremidades es una emergencia médica que debe tratarse rápidamente para evitar amputaciones u otros problemas graves. Busque ayuda médica de inmediato si:

  • No puede sentir ni mover el pie.
  • Le duele la pierna o el pie o siente un “hormigueo” al reposar
  • Un pie está más pálido o más frío que el otro.

Infección del torrente sanguíneo

Cuando las bacterias entran a la sangre a través de una llaga infectada, pueden causar una infección del torrente sanguíneo. Los síntomas incluyen fiebre y escalofríos. Se deben administrar antibióticos intravenosos (IV) de inmediato en un hospital. Si una infección de la sangre no se trata a tiempo, o si el sistema inmunológico no puede controlar la infección, la respuesta inflamatoria del cuerpo puede provocar un shock séptico, insuficiencia orgánica o incluso la muerte.

Infecciones óseas

Si se forman úlceras profundas sobre los huesos, corre el riesgo de sufrir una infección ósea llamada osteomielitis. Los síntomas son dolor en los huesos, sudoración excesiva, fiebre y escalofríos, hinchazón, enrojecimiento, dolor y calor en el lugar de la infección y una herida abierta que podría tener pus. El tratamiento incluye antibióticos, cirugía para extirpar el hueso infectado y procedimientos para mejorar el flujo sanguíneo. Es posible que el tratamiento deba administrarse en un hospital.

Celulitis

La celulitis es una infección de la piel que puede extenderse a los tejidos profundos de la piel y los músculos. Los síntomas incluyen áreas calientes, hinchadas y sensibles en la piel. La celulitis también puede causar fiebre, escalofríos, inflamación de los ganglios linfáticos y ampollas.

Su doctor puede recetarle antibióticos orales. Si la infección empeora o si se enferma gravemente, es posible que deba permanecer en el hospital para recibir tratamiento.

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Enfermedad de las arterias periféricas: factores de riesgo

Es posible que tenga un mayor riesgo de padecer EAP en las extremidades inferiores debido a su edad, antecedentes familiares y genética, hábitos de vida, otras afecciones médicas, raza, etnia y sexo. Los factores de riesgo de la EAP son en su mayoría los mismos que los de la enfermedad de las arterias coronarias y la enfermedad de la arterias carótidas, que también son causadas por la aterosclerosis.

Los factores de riesgo que usted tiene la posibilidad de cambiar para disminuir las probabilidades de tener EAP son ele tabaquismo, niveles no saludables de colesterol en sangre, triglicéridos altos en sangre, presión arterial alta, sobrepeso y obesidad y síndrome metabólico .

Edad

Puede desarrollar EAP a cualquier edad, pero su riesgo aumenta a medida que envejece. La mayoría de las personas en Estados Unidos que tienen EAP tienen 65 años o más.

A nivel mundial, el grupo de edad es más joven (de 45 a 49 años) en los países con ingresos más bajos, en comparación con los países de ingresos altos.

Historial familiar y genética

Los antecedentes familiares de la enfermedad de las arterias periféricas, enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular o enfermedad de los vasos sanguíneos, como algunos tipos de vasculitis, aumentan el riesgo de padecer EAP. Los investigadores están estudiando variaciones genéticas que parecen aumentar el riesgo de padecer enfermedad de las arterias periféricas o que podrían empeorarla.

Los estudios genéticos han descubierto que ciertas variaciones genéticas se encuentran en diferentes tipos de enfermedades ateroscleróticas, como la enfermedad de las arterias periféricas, la enfermedad de las arterias carótidas y la enfermedad de las arterias coronarias. Un ejemplo es la variación genética que se encuentra en el trastorno del factor V Leiden, que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos.

Hábitos de estilo de vida

Con el tiempo, los hábitos de vida poco saludables pueden provocar la acumulación de placa en las arterias de las piernas y la EAP. Estos factores de riesgo incluyen:

  • Fumar o inhalar humo de segunda mano con regularidad. El humo del tabaco daña los vasos sanguíneos, aumenta la presión arterial y provoca niveles de colesterol nocivos. La nicotina del tabaco también hace que los vasos sanguíneos se estrechen y reduce el flujo sanguíneo en las piernas. Dejar de fumar es una medida muy importante para reducir el riesgo de padecer EAP.
  • No realizar suficiente actividad física puede empeorar otros factores de riesgo de la EAP.
  • El estrés, que puede provocar que sus arterias se estrechen.
  • Patrones de alimentación poco saludables, como el consumo de alimentos con un alto contenido de grasas saturadas. Las grasas saturadas, o “malas”, provienen de fuentes animales como la mantequilla, el queso y las carnes grasas.

Otras condiciones médicas

Las condiciones médicas que aumentan el riesgo de desarrollar EAP incluyen:

Las mujeres que han tenido preeclampsia o diabetes gestacional durante el embarazo tienen un mayor riesgo de desarrollar EAP más adelante en la vida.

Raza o etnia

Los afroamericanos tienen un mayor riesgo de padecer EAP que las personas de otras razas o etnias. Los afroamericanos también tienen más probabilidades de sufrir complicaciones de la EAP, como problemas para caminar y pérdida de una extremidad.

Las mujeres indias americanas tienen un mayor riesgo de padecer EAP que las mujeres blancas o asiático-americanas. Los hispanos, los latinos y los blancos tienen niveles de riesgo similares. Sin embargo, en una investigación del NHLBI se descubrió que las tasas de EAP de las extremidades inferiores son más altas entre los adultos hispanos y latinos que tienen estilos de vida muy sedentarios, incluso sin ningún otro factor de riesgo.

Sexos

Los hombres y las mujeres tienen un riesgo similar de desarrollar EAP, pero afecta a hombres y mujeres de manera diferente.

Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de tener EAP sin síntomas. Las mujeres también suelen tener más complicaciones a raíz de la EAP, como problemas para caminar.

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Enfermedad de las arterias periféricas: diagnóstico

Su doctor diagnosticará EAP de acuerdo con su historial médico y familiar, un examen físico y los resultados de pruebas y procedimientos.

Historial médico y reconocimiento físico

Para ayudar a diagnosticar la enfermedad de las arterias periféricas, su doctor necesitará conocer sus signos y síntomas, factores de riesgo, antecedentes de salud personales y antecedentes de salud familiares. Esta conversación puede incluir preguntas sobre lo siguiente:

  • Otras afecciones médicas, como la diabetes, enfermedades cardiacas y enfermedad renal crónica.
  • Dolor o calambres en las piernas al caminar o hacer ejercicio.
  • Problemas con las piernas y los pies, como hinchazón, enrojecimiento, dificultad para caminar y heridas que tardan en sanar.
  • Fumar, ya sea actualmente o en el pasado.
  • Sus antecedentes familiares de EAP, enfermedades cardiacas y otras enfermedades de los vasos sanguíneos.

Durante un reconocimiento físico en el que se buscan signos de EAP, su doctor seguirá estos pasos:

  • Comprobar si hay pulsos débiles en sus piernas.
  • Escuchar si hay un flujo sanguíneo deficiente en las piernas. Su doctor utilizará un estetoscopio para detectar un silbido anormal, llamado soplo.
  • Buscar problemas en las piernas y los pies, como hinchazón, llagas o piel pálida.

Afecciones que se asemejan a la EAP

Algunas afecciones, como la artritis o los problemas con las venas, pueden causar dolor en las piernas, pero los síntomas son diferentes a los de la enfermedad de las arterias periféricas. Luego de realizar un reconocimiento físico y observar su historial clínico, el doctor puede descartar estas afecciones.

Sin embargo, los problemas con los nervios pueden causar dolor que puede confundirse con la EAP. A veces se comprime un nervio en el lugar donde sale de la columna vertebral. El resultado es un dolor que se irradia o se extiende desde las caderas o los glúteos hasta la pierna.

Para confirmar que su dolor es el causado por la EAP, su doctor puede pedirle que se ponga de pie o cambie de posición. Esos movimientos a menudo provocan dolor relacionado en los nervios. Por el contrario, el dolor de la EAP suele aparecer con el ejercicio de las piernas y se alivia rápidamente al hacer reposo sin necesidad de cambiar de posición.

Pruebas y procedimientos de diagnóstico

La prueba del índice tobillo-brazo (ITB) suele ser la primera prueba que se utiliza para diagnosticar la EAP. La prueba compara la presión arterial en el tobillo con la presión arterial en el brazo. El doctor utiliza un manguito para medir la presión arterial y un dispositivo de ultrasonido para realizar esta prueba indolora.

La ilustración muestra la prueba del índice tobillo-brazo. La prueba compara la presión arterial en el tobillo con la del brazo. A medida que el manguito de presión arterial se desinfla, se registra la presión arterial en las arterias.

Un resultado de ITB saludable es de 1,00 o más. Si tiene un ITB de menos de 0,90 en reposo, es posible que tenga EAP. Un ITB de menos de 0,40 es un signo de EAP grave. Si tiene problemas en las arterias del tobillo, su doctor puede realizarle una prueba de índice dedo-brazo (ITB), que mide la presión arterial en el dedo gordo del pie. Un ITB de menos de 0,7 es anormal. Esté atento a su ITB, al igual que conoce y lleva un registro de su nivel de colesterol en sangre.

Para diagnosticar la EAP, su doctor también puede ordenar algunas de las siguientes pruebas y procedimientos:

  • Análisis de sangre para controlar sus niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar en la sangre.
  • Ejercicio ABI para medir la gravedad de los síntomas de las piernas y el nivel de actividad física que los produce. Su doctor le hará la prueba del índice de masa corporal (ITB) después de que usted camine en una cinta. Esta prueba puede ayudar a su doctor a diagnosticar la enfermedad de las arterias periféricas cuando tiene síntomas, pero el resultado de la prueba del ITB en reposo es solo levemente bajo. Una caída del 20 % o más en el ITB después del ejercicio es anormal.
  • Prueba de caminata de seis minutos para medir qué distancia puede caminar en un pasillo en seis minutos. Su doctor puede realizar esta prueba para ver cuánto afecta la EAP su capacidad de funcionamiento y la gravedad de la enfermedad.
  • Ultrasonido Doppler para localizar áreas de flujo sanguíneo reducido u obstrucciones y medir qué tan rápido fluye la sangre a través de las arterias. Se aplica un dispositivo portátil sobre la piel. Una computadora convierte ondas sonoras en imágenes del flujo sanguíneo en las arterias. El ultrasonido puede ayudar a diagnosticar la EAP y controlar qué tan bien han funcionado los tratamientos para la enfermedad.
  • Prueba de presión Doppler segmentaria para revisar diferentes partes de las piernas en busca de arterias estrechas o bloqueadas. Esta prueba es similar a la prueba de ITB, pero utiliza manguitos de presión arterial colocados a nivel del muslo, la pantorrilla y el tobillo. El dispositivo de ultrasonido amplifica los sonidos del flujo sanguíneo en las arterias, lo que facilita la medición de la presión arterial en estas áreas de la pierna.
  • Angiografía por tomografía computarizada (ATC) para ver las arterias de las piernas y los pies. Se inyecta un tinte especial y luego se toman radiografías para mostrar la ubicación y el alcance de cualquier obstrucción de los vasos sanguíneos.
  • Angiografía por resonancia magnética (ARM) para examinar la estructura de las arterias de las piernas. Es posible que la angiografía por resonancia magnética no sea segura para las personas que tienen implantes metálicos en el cuerpo.
  • Angiografía con catéter para ver el interior de las arterias de las piernas. El doctor inserta un catéter, o tubo, en una arteria de la ingle y lo guía hasta la zona afectada. A través del catéter, se libera un tinte especial y luego se toman radiografías. El doctor puede sugerir este procedimiento en caso de dolor intenso en las piernas o los pies o cuando los tratamientos para la EAP no han funcionado o cuando otras pruebas no han sido útiles.

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Enfermedad de las arterias periféricas: tratamiento

El tratamiento depende de la gravedad de la enfermedad de las arterias periféricas y de las complicaciones que pueda desarrollar o que ya tenga. Su plan de tratamiento estará diseñado para ayudarle a alcanzar los objetivos clave:

  • Reducir el riesgo de sufrir un problema de salud importante, como un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular (ACV).
  • Reducir los síntomas de la EAP
  • Mejorar su capacidad para caminar, subir escaleras y realizar otras actividades diarias.
  • Reducir el riesgo de perder una extremidad
  • Mejorar su calidad de vida

Para tratar la EAP, su doctor puede recomendar cambios en el estilo de vida saludables para el corazón, un programa de ejercicios, medicamentos o un procedimiento para abrir o evitar obstrucciones en las arterias.

Cambios en el estilo de vida saludables para el corazón

Su médico puede recomendarle que adopte cambios de estilo de vida saludables para el corazón de por vida.

  • Deje de fumar . El tabaquismo es el principal factor de riesgo de la enfermedad de las arterias periféricas. Dejar de fumar puede reducir los síntomas y el riesgo de complicaciones. También es importante evitar el tabaquismo pasivo. Visite Smoking and Your Heart (El tabaquismo y el corazón) y Your Guide to a Healthy Heart (Tu guía para un corazón sano) de National Heart, Lung, and Blood Institute. Aunque estos recursos se centran en la salud cardiaca, incluyen información básica sobre cómo dejar de fumar. Para obtener ayuda y apoyo gratuitos para dejar de fumar, llame a la línea para dejar de fumar de National Cancer Institute al 1-877-44U-QUIT (1-877-448-7848).
  • Elija alimentos saludables para el corazón, como los que se incluyen en el plan de alimentación DASH. Un plan de alimentación saludable para el corazón incluye frutas, verduras y cereales integrales y limita las grasas saturadas, el sodio (sal), los azúcares añadidos y el alcohol.
  • Apunte a un peso saludable. Si tiene sobrepeso, perder sólo entre el 3 % y el 5 % de su peso actual puede ayudarlo a controlar algunos factores de riesgo de EAP, como el colesterol alto en la sangre y la diabetes. Perder aún más peso puede reducir la presión arterial.
  • Haga actividad física regular. Mantenerse físicamente activo puede ayudarlo a controlar los factores de riesgo de la EAP, como el colesterol alto en la sangre, la presión arterial alta y el sobrepeso o la obesidad. Antes de comenzar cualquier programa de ejercicios, pregúntele a su doctor qué nivel de actividad física es el adecuado para usted.
  • Manejar el estrés. Aprender a controlar el estrés, relajarse, dormir bien y afrontar los problemas puede mejorar su salud física y emocional.

Programas de ejercicio

La actividad física suele ser eficaz para aliviar los síntomas de la EAP y mejorar la capacidad para caminar y realizar las actividades diarias. La actividad física regular puede mejorar la circulación en las piernas. El ejercicio puede reducir la inflamación y ayudar a que los vasos sanguíneos funcionen mejor.

Ejercicio supervisado

Su doctor puede recomendarle un programa de ejercicios supervisado que se lleve a cabo en una clínica o en un hospital. El programa de ejercicios puede ser parte de un programa de rehabilitación cardiaca más completo.

Los programas de ejercicios para la EAP suelen realizarse al menos tres veces por semana y duran entre 12 y 36 semanas. El tipo de ejercicio más común es caminar en una cinta. Otros programas pueden utilizar un dispositivo para ejercitar la parte superior del cuerpo. Hable con su doctor sobre sus opciones de programas de ejercicios.

Programas de ejercicio en casa

Su doctor puede recomendarle un programa de ejercicios en el hogar con un entrenador que sea similar a un programa de ejercicios supervisado en una clínica. Los programas en el hogar generalmente implican caminar al aire libre en lugar de hacerlo en una cinta de correr. Su doctor hablará con usted para ayudarlo a comprender cómo realizar el programa. Cada sesión de ejercicios dura aproximadamente entre 30 y 50 minutos. El objetivo es llegar a caminar al menos 30 minutos de manera continua.

Los programas incluyen asesoramiento en materia de salud o monitores de actividad. Algunos programas domiciliarios incluyen consultas telefónicas periódicas con un asesor. Hable con su doctor periódicamente sobre su progreso.

Medicamentos

Su doctor puede recetarle medicamentos para tratar la EAP y prevenir complicaciones.

  • Medicamentos antiplaquetarios, como la aspirina o el clopidogrel, para evitar que se formen coágulos de sangre y se estrechen aún más las arterias. Estos medicamentos también reducen el riesgo de ataque al corazón o accidente cerebrovascular (stroke). Los posibles efectos secundarios incluyen sangrado o una reacción alérgica. Un tipo de medicamento antiplaquetario, el cilostazol, también puede mejorar los síntomas y ayudarlo a caminar con más facilidad. Los posibles efectos secundarios del cilostazol incluyen dolor de cabeza, diarrea, palpitaciones cardiacas y mareos. Los doctores también pueden recomendar un medicamento anticoagulante, o diluyente sanguíneo, para ayudar a prevenir los coágulos de sangre.
  • Estatinas para retardar la progresión de la acumulación de placa en las arterias que causan los síntomas y para reducir el riesgo de complicaciones por EAP. Los efectos secundarios son raros, pero pueden incluir dolor o daño muscular.
  • Inhibidores de la ECA y bloqueadores de los receptores de angiotensina II (BRA) u otros medicamentos para reducir la presión arterial y evitar que los vasos sanguíneos se estrechen.

Procedimientos o cirugía

Si los cambios en el estilo de vida, un programa de ejercicios y los medicamentos no son lo suficientemente eficaces, su doctor puede recomendarle un procedimiento médico o una cirugía.

  • Angioplastia para abrir arterias estrechas o bloqueadas. El doctor puede inflar un pequeño globo en la arteria para aplanar la placa. A veces, el globo se recubre con un medicamento para ayudar a que la arteria sane. El doctor también puede insertar un pequeño tubo de malla llamado stent para reducir las probabilidades de que la arteria se estreche nuevamente.

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  • Cirugía de bypass para tratar el dolor intenso, curar heridas o salvar un pie o una pierna dañados cuando es poco probable que la angioplastia funcione. Su doctor utiliza uno de sus otros vasos sanguíneos o un vaso artificial para crear un camino alrededor de la arteria bloqueada en la pierna.

Cirugía de bypass para restablecer el flujo sanguíneo en una pierna afectada por la EAP. En el paso A, el doctor hace una abertura en la pierna para quitar la sección de la arteria que está bloqueada por la placa. En el paso B, se hace otra abertura en la pierna para quitar una sección de una vena sana. En el paso C, el doctor reemplaza la sección dañada de la arteria con la vena sana. Derechos de autor de la ilustración médica © 2020 Nucleus Medical Media, todos los derechos reservados.

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