¿Qué es una hernia discal (deslizamiento de disco)?
La médula espinal es una columna blanda y cilíndrica formada por células nerviosas (neuronas y glía) estrechamente unidas, fibras nerviosas que transmiten señales (axones) y vasos sanguíneos. Esta estructura envía y recibe información entre el cerebro y el resto del cuerpo. Millones de células nerviosas situadas en la médula espinal también coordinan patrones complejos de movimientos, como la respiración rítmica y la marcha.
La médula espinal se extiende desde el cerebro hasta la parte inferior de la espalda, a través de un canal situado en el centro de los huesos de la columna vertebral. Al igual que el cerebro, la médula espinal está protegida por tres capas de tejido y está rodeada por el líquido cefalorraquídeo (LCR), que actúa como amortiguador contra golpes o lesiones.
Dentro de la médula espinal se encuentran:
- Un conjunto de neuronas y sus proyecciones que se conectan con otras células nerviosas para transmitir y recibir información (materia gris).
- Haces de axones, algunos de los cuales están recubiertos con una mezcla blanquecina de proteínas y sustancias similares a la grasa (materia blanca).
Otros tipos de células nerviosas se encuentran justo fuera de la médula espinal y transmiten información al cerebro. Treinta y un pares de nervios, cada uno de los cuales contiene miles de axones, se dividen en cuatro regiones con segmentos individuales que conectan la médula espinal con los músculos y otras partes del cuerpo:
- Los nervios espinales cervicales (C1 a C8) salen de la médula espinal en el cuello y controlan las señales dirigidas a la parte posterior de la cabeza, el cuello y los hombros, los brazos y las manos, y el diafragma.
- Los nervios espinales torácicos (T1 a T12) salen de la médula espinal en la parte superior y media de la espalda, y controlan las señales dirigidas a los músculos del pecho, algunos músculos de la espalda y muchos sistemas de órganos, incluidas partes del abdomen.
- Los nervios espinales lumbares (L1 a L5) salen de la médula espinal en la parte baja de la espalda y controlan las señales dirigidas a las partes inferiores del abdomen y la espalda, las nalgas, algunas partes de los órganos genitales externos y partes de la pierna.
- Los nervios espinales sacros (S1 a S5) salen de la médula espinal en la parte baja de la espalda y controlan las señales dirigidas a los muslos y las partes inferiores de las piernas, los pies, la mayoría de los órganos genitales externos y la zona alrededor del ano.
La columna vertebral, que rodea y protege a la médula espinal, está formada por 33 anillos óseos (vértebras), almohadillas de cartílago semirrígido (discos) y unos espacios estrechos llamados forámenes que actúan como conductos por los que los nervios espinales viajan hacia y desde el resto del cuerpo. La médula espinal es especialmente vulnerable a las lesiones directas en estas zonas. En la columna vertebral, un disco o núcleo pulposo se localiza entre los cuerpos vertebrales. Sostiene la columna vertebral actuando como un cojín amortiguador.
Una hernia discal en la columna vertebral es una afección en la que un disco (o núcleo pulposo) se desplaza de su lugar correspondiente en la columna vertebral y es una causa frecuente de dolor de espalda. Los pacientes que experimentan dolor relacionado con una hernia discal a menudo recuerdan un evento desencadenante que les causó dolor. Los síntomas generalmente se describen como ardor o escozor, y pueden irradiarse a las extremidades inferiores; en los casos más graves, los pacientes pueden experimentar debilidad o cambios en la sensibilidad. En algunos casos, una lesión de hernia discal puede comprimir el nervio o la médula espinal, lo que provoca un dolor consistente con la compresión nerviosa o una disfunción de la médula espinal, también conocida como mielopatía.
Tipos de hernia discal (deslizamiento de disco)
Las hernias o deslizamientos discales se clasifican según su gravedad, lo que determina el curso del tratamiento. Estas afecciones pueden ocurrir en las secciones cervical, torácica o lumbar de la columna vertebral.
- Protrusión de disco: no se trata de una hernia discal completa, sino de la forma menos grave de hernia discal que suele debilitar la capa externa del disco. Esto provoca dolor leve y entumecimiento en la espalda.
- Extrusión de disco: la capa más externa del disco intervertebral sufre un desgarro que provoca el desprendimiento del tejido discal, aunque sigue unido al disco.
- Secuestro de disco: similar a una extrusión, el secuestro ocurre cuando el tejido del disco intervertebral se derrama en el canal espinal, pero ya no está unido al disco.
- Prolapso de disco: un disco sobresale entre las vértebras mientras que la capa más externa aún está intacta.
Causas de hernia discal (deslizamiento de disco)
Aparte de la incidencia de la lesión, los factores más comunes que pueden provocar una hernia o deslizamiento discal son la mala postura, el estilo de vida y la edad. La causa más común de una hernia o deslizamiento discal es el desgaste normal relacionado con la edad. A lo largo de la vida, los discos intervertebrales pierden su elasticidad de forma natural, lo que provoca fugas de líquido y que los discos se vuelvan frágiles o se agrieten. Dado que los discos intervertebrales actúan como amortiguadores entre las vértebras de la columna vertebral, un disco debilitado ya no puede soportar la tensión normal, lo que da lugar a un deslizamiento de disco. El dolor se produce cuando una parte del disco empuja un nervio de la médula espinal.
Muchas personas experimentan dolor ciático que se irradia por una pierna y hacia el pie. Los nervios que recorren el canal espinal se conectan con el nervio ciático en la pelvis y luego descienden por las piernas. El tejido de la hernia discal puede irritar una raíz nerviosa en la columna lumbar (parte inferior de la espalda) y causar dolor ciático. Además de ser doloroso, un nervio ciático irritado también puede causar hormigueo y entumecimiento.
Factores de riesgo de hernia discal (deslizamiento de disco)
Las hernias discales son más frecuentes en personas mayores de 30 años y son aproximadamente el doble de frecuentes en hombres que en mujeres. Los factores de riesgo más comunes de una hernia discal incluyen la genética, el sedentarismo, el exceso de peso corporal y la ocupación. Los trabajos físicamente exigentes que requieren levantar, tirar, girar y empujar repetidamente aumentan el riesgo de lesiones, al igual que una mala técnica o postura para levantar objetos.
Detección y prevención de hernia discal (deslizamiento de disco)
La prevención de una hernia o deslizamiento discal generalmente requiere de modificaciones en el estilo de vida. Las personas sedentarias deben incorporar ejercicio moderado y mantener un peso saludable. Dejar de fumar también mejora la salud general. Centrarse en una postura adecuada y en la alineación de la columna a lo largo del día también mejora la salud de la columna; evite encorvarse e intente adoptar una posición saludable para dormir. Los estudios demuestran que quienes duermen de lado o boca arriba tienen una espalda más sana que quienes duermen boca abajo. Otros consejos incluyen utilizar una almohada debajo o entre las rodillas, elegir un colchón firme y reemplazar un colchón viejo.
Los médicos utilizarán una serie de preguntas y métodos de detección para determinar si tiene una hernia discal, comenzando con un historial médico minucioso, y sus antecedentes familiares y genéticos para ayudar a establecer los factores de riesgo. Además, se realizará un reconocimiento físico para determinar la causa y la ubicación del dolor, seguido de una radiografía, una resonancia magnética, un electromiograma y/o una tomografía computarizada.
Signos y síntomas de hernia discal (deslizamiento de disco)
Una hernia discal puede provocar desde molestias leves hasta un dolor agudo y extremo. La buena noticia es que los síntomas suelen desaparecer por sí solos en menos de seis semanas en la mayoría de los casos, y no todas las hernias discales son dolorosas.
Una hernia discal suele provocar un dolor punzante, repentino e intenso. Cuando se produce en la zona del cuello, el dolor puede irradiarse a los brazos. Las hernias discales en la zona lumbar son la principal causa de ciática, que es un dolor que se irradia hacia una pierna y el pie.
Algunos pacientes pueden experimentar entumecimiento en los glúteos o signos de parálisis, lo que puede indicar un problema más grave, como daño a los nervios. Cualquier lesión o problema de la columna que afecte la función de la vejiga o los intestinos requiere tratamiento inmediato, ya que puede tratarse del "síndrome de la cola de caballo" (SCC), que es una emergencia médica.
Diagnóstico de la hernia discal (deslizamiento de disco)
Por lo general, el médico puede determinar la causa del dolor de espalda agudo mediante una breve historia clínica y un reconocimiento físico. Se pueden utilizar radiografías para revelar el daño en el disco intervertebral y la causa de los síntomas. Se necesitan otras técnicas de diagnóstico por imágenes, como la resonancia magnética (RM), si se presenta alguna de las siguientes situaciones:
- Entumecimiento o parálisis en una o ambas piernas
- Alteración de la función de la vejiga o del intestino
- Dolor insoportable a pesar del tratamiento
- Los síntomas graves persisten durante muchas semanas a pesar del tratamiento.
- Se considera que la causa del dolor es otra afección, por ejemplo, un tumor.
Si tiene dolor de espalda, los médicos no siempre le sugerirán que se someta a una exploración diagnóstica compleja de entrada: las técnicas de diagnóstico por imagen pueden mostrar una supuesta causa del dolor de espalda que en realidad no tiene nada que ver con los síntomas. Este tipo de diagnóstico erróneo puede dar lugar a un tratamiento innecesario que, a su vez, puede ser perjudicial.
Tratamiento de hernia discal (deslizamiento de disco)
A menudo, incluso el dolor ciático más extremo puede desaparecer por sí solo después de un tiempo. En todos los casos de hernias o deslizamientos discales, una variedad de tratamientos analgésicos pueden ayudar a aliviar los síntomas. El objetivo principal de la recuperación es mantenerse lo más activo posible, por lo general, trabajando con un fisioterapeuta para incorporar ejercicios suaves y técnicas de estiramiento. La rehabilitación puede mejorar los síntomas al mismo tiempo que fortalece los músculos del torso que favorecen la estabilidad de la columna.
Si el dolor ciático intenso causado por una hernia discal dura más de seis semanas, la cirugía puede ser una opción para intentar aliviar la presión sobre el nervio afectado. La cirugía se realiza en casos excepcionales cuando los nervios están gravemente afectados, hasta el punto de que la vejiga o el intestino dejan de funcionar correctamente o determinados músculos se han debilitado mucho.
En otros casos poco frecuentes, se puede realizar una discectomía para aliviar la compresión resultante de un deslizamiento, rotura, prolapso o abultamiento discal. Conocida como “microdiscectomía”, esta cirugía de columna mínimamente invasiva requiere una pequeña incisión en el lugar de la lesión.
Vivir con una hernia discal (deslizamiento de disco)
A menudo, incluso el dolor ciático más extremo puede desaparecer por sí solo después de un tiempo. En todos los casos de hernias o deslizamientos discales, una variedad de tratamientos analgésicos pueden ayudar a aliviar los síntomas. El objetivo principal de la recuperación es mantenerse lo más activo posible, por lo general, trabajando con un fisioterapeuta para incorporar ejercicios suaves y técnicas de estiramiento. La rehabilitación puede mejorar los síntomas al mismo tiempo que fortalece los músculos del torso que favorecen la estabilidad de la columna.
Si los síntomas duran más de seis semanas, es poco probable que desaparezcan por sí solos y su médico podría sugerirle cirugía.